domingo, 29 de abril de 2007

En pocas palabras

Mentar en una misma frase a Miles Davis, John Coltrane y Bill Evans es hablar de tres grandes de la historia de la música. Si sólo hablamos de los dos primeros es hablar de genios a la altura de Mozart, Beethoven, Satie y Bach. 'Kind of blue' los reunió y originó composiciones como 'So what'.

Ante esta creación, perfecta, poco se puede decir. Quizás ocho minutos que deberían ser escuchados de rodillas, mientras se da las gracias a Davis. También se puede escuchar sentado, pero dar la gracias es obligatorio.

Para escuchar:

'So what'

El club de ajedrez

Weezer es el grupo de los pardillos, o al menos esa estética es la que han paseado durante años por los escenarios, con su apariencia de miembros del club de ajedrez del instituto. Además, y muy a su pesar, han sido vapuleados por los críticos que, en ocasiones, no les han tomado muy en serio. El grupo liderado por Rivers Como logró el título de peor disco del año en 1997, otorgado por Rolling Stone.

Sin embargo tres años antes compusieron un disco que aparecía en las listas de los mejores que hacen las revistas cuando llega el fin de curso. En plena efervescencia del grounge -¿qué queda ahora de Seattle?-, de las chaquetas de lana, las camisas de franela y los vaqueros rajados; Weezer compuso el conocido 'disco azul'. Una colección de temas en las que mezclaban el rock vocal con las guitarras de los Pixies y algún deje heredado de los barrocos solos de guitarra del rock duro de los años 70.

Una de sus canciones sonó sin piedad en emisoras de radio y progamas de música de televisión. 'Buddy Holly' se convirtió en un himno y un ejemplo de cómo componer un 'hit', no sólo la canción, tarareable y saltable hasta el hartazgo, tambíen su vídeo.

Spike Jonze, gran gurú de los vídeos musicales, se encargó de poner imágenes a la canción. ¿Qué mejor que una exitosa serie ambientada en los años 50 para recrear una melodía que hablaba del malogrado Buddy Holly? Una antigua comedia televisiva acogió al cuarteto, ataviado al más puro estilo Dúo dinámico, que aseguran que lo que los demás digan de ellos, les trae al pairo. Con esas pintas, normal.

Para escuhar:

'Buddy Holly'

sábado, 28 de abril de 2007

Juguemos a los sims

El dúo noruego Royksopp cuidan con mucho mimo cada uno de sus vídeos y apuestan, habitualmente, por una estética cercana al cómic y al videojuego. En 'Remind me', uno de los mejores vídeos musicales pergeñado por un grupo, aúnan la estética de un infográfico periodístico con la del famoso videojuego Sims. Una peculiar disección de una vida cualquiera, en un día cualquiera, en Londrés.

Para escuchar:

'Remind me'

jueves, 26 de abril de 2007

Una revolución conocida

Hagamos 'musificción'. Imaginemos una mesa en la que se reúnen los miembros de The clash, Talking heads y una fanfarria del ejército británico. Imaginemos que los miembros de The Clash no acaban a puñetazos con la fanfarria y que logran llegar a un acuerdo, musical, entre todos. ¿Cuál sería el resultado? Arcade Fire.

Los canadienses son amantes de las guitarras fugaces, las melodías sencillas y pegadizas, la orquestación barroca (violines, órganos y acordeones), la épica y las historias de fantasmas. La sección de ritmo es una apisonadora. La batería se repite una y otra vez como si fuese un gran rodillo. Arcade fire son una especie de amish espídicos, una descarga de alegría atronadora.

El grupo ha demostrado con su segundo disco que es una de los grandes bandas de la música independiente. Con un lenguaje propio y capacidad para dar continuidad a su sonido sin repetirse, el septeto ha compuesto uno de los mejores discos del año 'Neon bible', con título tomado de la primera novela de Kennedy Toole y estética eléctrica.

Adentrarse en Arcade fire no es adentrarse en un mundo desconocido, es acceder a un espacio en el que todo lo que ves lo has visto ante, pero no sabes bién cuándo ni dónde. Arcade fire no es la revolución y si lo es, es una revuelta pausada, tal vez la mejor revolución que te hayas encontrado nunca.

Para escuchar:

'No cars go'



'No cars go' en directo


miércoles, 18 de abril de 2007

Tras la electrónica, blues

Thom Yorke es un genio. Radiohead es la gran banda de los 90 y uno de los grupos que más seguidores e imitadores, para bien y para mal, ha dado. El disco 'Ok computer' es un disco perfecto y 'Kid-a' un arriesgado experimento que les convirtió en un grupo de culto.

Yorke, en solitario, no se diferencia mucho de Radiohead. Hace lo que sabe hacer y el resultado es más que positivo. Una de las mejores canciones de su último disco es 'The clock'.

Resulta sencillo, sobre todo si eres músico profesional, defender una canción arropado de arreglos, producción y postproducción, pero ¿y enfrentarse sólo con una guitarra acústica a tu propia creación? El líder de Radiohead -genio, genio, genio- se sentó en el taburete del escenario de The Henry Rollings show con su acústica -el algodón no engaña- y demostró que, tras tanta electrónica y tanta tecla, 'The clock' no es más que una grandiossa canción con una base rítmica de blues.

Una impresionante versión que, espero opiniones, supera la original.

Ya lo decía Mies Van Der Rohe: menos es más.

Para escuchar:

'The clock', original



'The clock', acústica

Metrónomos, metrónomos

Tortoise sienten adoración por los metalófonos, por el minimalismo y los cambios de intensidad. Es el grupo al que los amantes del pop y del rock acusan de intelectualoides y aburridos, y que sufren la desgracia de no hacer jazz en sentido estricto. Su música es un encuentro entre el cool jazz, el rock, el dub y la electrónica. Son científicos musicales con espíritu investigador, son metrónomos capaces de perder el ritmo, son la última descarga eléctrica tras un día de malas pulgas.

Formados en el año 1990 en Chicago, Tortoise se convirtío durante aquella época en un referente musical para nuevos grupos que compartían inquietudes creativas, como Stereolab y Chicago Underground Trio. En aquel momento fueron empaquetados en la etiqueta conocida como post-rock. En realidad su similitud al resto de grupos de esta corriente es casual. Tortoise es un grupo menos visceral, más sesudo; pero, como siempre ocurre, sin etiqueta, no se clasifica, y sin clasificar, no se vende.

El quinteto de chicago lo componen virtuosos músicos multiinstrumentistas. Sus conciertos son profesionales y metódicos, no hay tiempo para el sosiego, ni para la reflexión. Hay que tocar. Las baterias -suelen actuar con dos-, marcan el ritmo de un directo basado en el tránsito inesperado del sosiego a la más vehemente intensidad. Usemos los tópicos de la crítica musica: pasan de las atmósferas hipnóticas al muro de sonido.

De su discografía, destacan tres títulos: el inconmensurable 'TNT', 'Millions Living Now Will Never Die' y 'It's all around you'. El primero puede ser considerado uno de los grandes discos de los últimos 50 años (por poner una cifra), un encuentro extraño entre el jazz, el rock y la sencillez de un patio de colegio.

Para escuchar:

'Salt the skies'

martes, 17 de abril de 2007

Pistolas y cantimploras

Si a todo en esta vida hay que ponerle una banda sonora, ¿cuál habría que elegir para un viaje por el desierto? Las opciones son múltiples, aunque, quizás, la más adecuada sean Friends of Dean Martinez. Sus composiciones se sacuden las plantas de los pies para quitarse la arena, como lo hacen los niños tras jugar en la playa. Melodías sinuosas para el día en que Ennio Morricone cambió sus pistolas por una cantimplora y por la melancolía sosegada de quien ve la vida desde la mecedora situada en el porche.

Friends of Dean Martinez, originarios de Tucson -Arizona-, son un grupo multiforme que cambia de componentes como de calzones. Bill Elm, Mike Semple y Andrew Gerfers son el motor de la banda, aunque los músicos que les acompañan proceden de dos de las grandes formaciones de rock americano actual: Calexico y Giant Sand.

Su sonido es el de la frontera y el de la música surf de los años 50 y 60. FODM componen música instrumental, bandas sonoras inexistentes para películas que deberían proyectarse en los autobuses que viajan hacia el atardecer. Suena la 'steel guitar' lánguida, como la voz de un hombre tistre que relata una historia tan lejana como el principio de los días.

Friends of Dean Martinez es la voz de un fin de fiesta, un tranquilo recorrido por desiertos interiores, en el que no habrá estación de servicio en la que comprar algún casete que acompañe durante el trayecto hacia el atardecer en la frontera.

Para escuchar:

'Broken bell'




'All the pretty horses', versión de la canción de Calexico


jueves, 12 de abril de 2007

Filosofía musical

Belle & Sebastian es pop. No tiene más adjetivos, ni términos que acoten su música. Esta especie de orquesta llegada desde Glasgow lleva más de una década componiendo himnos como si fueran rosquillas. Han comido de la tradición de los años sesenta, de The Smiths y Orange Juice, e incluso del soul y la motown. Se han convertido en un referente para cientos de nuevos grupos que suenan como los escoceses. Son creativos, irónicos y cotidianos. Son amados, son odiados. Ladies and gentlemen: Belle & Sebastian.

El septeto favorito de la música independiente se ha dedicado a cantar al amor, al descreimiento, a los recuerdos de infancia y, sobre todo, a la vida cotidiana. Su discografía es impoluta, excepto algún tropezón sin importancia, y han sabido cuidar el formato single.

En uno de sus 'discos pequeños' guardaron una de sus mejores canciones: 'Jonathan David'. Dos amigos, una chica. Sólo uno podía ser el ganador. Hagan apuestas. Por supuesto hay un perdedor, siempre lo hay, pero el tema esconde todo un alegato filosófico:

"I know you like her,
well I like her too,
I know she likes you.
It's not as if I'm being sent off to war
there are worse things in this world"

Dos hombres y un destino. Siniestro total dirían: 'Ante todo mucha calma'. Belle & Sebastian son más poéticos: No pasa nada, al fin y al cabo hay cosas peores en este mundo, ¿no?

Para escuchar:
'Jonathan David (60's version)'

Te he dicho que bailes

"Oh, I don't know, I don't know, oh, where to begin..."

lcd soundsystem es un sistema creado para reventar las pistas de baile. James Murphy, la cabeza creativa de este proyecto de electro-rock (por decir algo), sorprendió hace un par de años con un disco pensado para mover los pies a ritmo desenfrenado, al mismo tiempo que se tarareaban himnos como 'Daft punk is playing at my house' y 'Tribulations'. Un creador espasmódico abanderado por la gran discográfica del electro, DFA, que se ha convertido en un tío de moda (cool) y por el que se pegan los grupo para ser remezclados.

Este año, lcd soundsystem ha publicado un nuevo disco, 'Sound of Silver'. Los principios de este elepé no varían respecto al anterior: Te he dicho que bailes. 'North American Scrum' es su gran éxito. Murphy mezcla guitarras con sintetizadores y bases rítmicas pregrabadas. Murphy sabe lo que se hace. Podría ser una versión macarra de New Order o un encuentro entre Iggy Pop y el cassiotone.

Podría ser cualquier cosa, pero baila, por lo que más quieras, !baila¡.

Para escuchar:
'North American scrum'