
No quisiera robarte mucho tiempo con estas líneas, pero me veo obligado a dejarte constancia de mi eterno, en un sentido mortal, agradecimiento. Llevo días escuchando una y otra vez, casi de manera enfermiza, 'A day in the life'. No sé que tiene, o sí, pero no puedo dejar de pensar en ella. Me provoca una extraña alegría, agría, que me reconforta.
Analizo la letra, la melodía, la instrumentación. No sé si hay mensajes ocultos o, simplemente, es un conjunto de frases geniales. Bueno, a veces también pienso que podrían ser un conjunto de frases azarosas y un poco estúpidas. No sé, Paul, estoy desconcertado.
Lo dicho Paul, no quería robarte mucho tiempo, porque sé qué con el divorcio estás un poco atareado, así que finalizo esta carta.
Por cierto, Paul, y antes de decir adiós. Sé qué hace tiempo que no os veis ni os habláis, pero si algún día te reencuentras con John, por favor, dale las gracias de mi parte.
Agradecido,
sincopado
P.D. ¿Me podrías enviar una foto firmada de los cuatro?
Para escuchar:
A day in the life