Beirut es un paseo por el Moldava o un viaje a lo largo de los montes Balcanes en un coche fabricado en Detroit. Zach Condon -compositor, multi-instrumentista, narrador- es estadounidense, aunque su música recorre el Este de Europa, el sonido del viejo klezmer judío y asimila las voces de músicos francófonos como Brel y Gainsbourg.
A pesar de la amalgama de elementos tradicionales, su único disco hasta el momento, Gulaj Orkestar, no escapa al lugar de residencia de su compositor: Nueva York. La ciudad más europea de los Estados Unidos imprime un toque de modernidad a tanta tradición. Modernidad que le obliga a emparentarse con el último disco de uno de los grupos de moda de la música independiente, Clap your hands and say yeah!, y a otras bandas como Neutral Milk Hotel.
Trompetas, farfisas, acordeones, mandolinas, violines, chelos y pianos componen la orquesta de este joven que, con 16 años, se largó a recorrer Europa para escuchar a los virtuosos gitanos y la música balcánica. El resultado: por una parte, uno de los mejores discos del año 2006 y la sensación de ansiosa espera ante el que será su segundo álbum. Por otra, la sospecha de que los apocalípticos vaticinios de los librepensadores, que profetizan el fin de la cultura tradicional por culpa de la globalización y cacarean sobre la ignorancia de los yanquis, no son tan reales como nos quieren hacer creer.
viernes, 27 de julio de 2007
miércoles, 11 de julio de 2007
Cuestión de talento
La historia de la música popular está plagada de 'supergrupos': bandas formadas por estrellas, fugaces o no, que deciden reunirse para superar su obra anterior o, simplemente, para tocar un rato. The dirty mac pertenece a esta segunda clasificación, un cuarteto de amigos que se reúnen para formar parte de uno de los espectáculos más memorables de la musicastoria: 'The Rolling Stones Rock 'n' Roll Circus'.
Dentro de este experimento audiovisual, en el que participó la elite de la música de los sesenta, se juntaron un grupo de genios para tocar un par de temas. Los responsables de la aventura fueron: un tal John Lennon, que en la grabación responde al nombre de Wiston Leg-Thigh; un joven guitarrista, Eric Clapton, su satánica majestad Keith Richards, que tocó el bajo para la ocasión; y Mitch Mitchell, batería de la Jimmy Hendrix Experience.
El cuarteto hace suyo un tema de los Beatles, 'Yer blues' -'White album'- y superan al original. La canción, grabada en directo, es una muestra del talento desgarrador de los cuatro músicos. En el mismo circo grabaron otra canción, pero los médicos recomiendan que no se escuche: Yoko Ono acompaña con unos sinuosos maullidos -literal- a los cuatro virtuosos, que también cuentan con la compañía del violinista Ivry Gitils.
Por cierto, impagable el diálogo entre John Wiston Lennon y Michael Jagger antes de la actuación.
Para escuchar:
Yer blues
Dentro de este experimento audiovisual, en el que participó la elite de la música de los sesenta, se juntaron un grupo de genios para tocar un par de temas. Los responsables de la aventura fueron: un tal John Lennon, que en la grabación responde al nombre de Wiston Leg-Thigh; un joven guitarrista, Eric Clapton, su satánica majestad Keith Richards, que tocó el bajo para la ocasión; y Mitch Mitchell, batería de la Jimmy Hendrix Experience.
El cuarteto hace suyo un tema de los Beatles, 'Yer blues' -'White album'- y superan al original. La canción, grabada en directo, es una muestra del talento desgarrador de los cuatro músicos. En el mismo circo grabaron otra canción, pero los médicos recomiendan que no se escuche: Yoko Ono acompaña con unos sinuosos maullidos -literal- a los cuatro virtuosos, que también cuentan con la compañía del violinista Ivry Gitils.
Por cierto, impagable el diálogo entre John Wiston Lennon y Michael Jagger antes de la actuación.
Para escuchar:
Yer blues
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