lunes, 20 de agosto de 2007

Nuevos caminos

Desde que Interpol publicó en 2002 su primer álbum, Turn on the bright lights, su nombre se sumó, con sorprendente celeridad y ayudados por los medios especializados, a la lista de grandes bandas. Bajo la sombra del temible epíteto de hype y con la crítica constante de tener un sonido demasiado parecido al de Joy Division, los neoyorquinos han logrado imponerse a las suspicacias gracias a buenas canciones y un directo arrollador.

Con su tercer disco recién editado, Our love to admire, el cuarteto evoluciona en su sonido, ahora más reflexivo e hipnótico. Abandonan la cuerda floja en la que caminan las nuevas bandas que temen firmar su último disco, que en ocasiones es también el primero, y se adentran por caminos propios. Ya no suenan a Joy Division, grupo del que en realidad siempre renegaron, aunque tampoco se acercan a su idolatrado Nick Cave.

Sus letras continúan oscuras y en ocasiones ininteligibles. Sus guitarrás mantienen parte de su tradicional sonido punzante y algunas de las canciones del disco, como The Heinrich Maneuver, recuerdan a sus trabajos anteriores, rápidas y con las quitarras que les emparentaban con todas las bandas de post-punk de finales de los 70 y principios de los 80 y con grupos como Television.

En realidad, el sonido del nuevo disco se vislumbraba en canciones anteriores -Untlited, Specialist y NYC- y puede que no sea más que la evolución un lógica que desea alejarse de los "suena como" para acercarse a los "esto es Interpol".



Rectificación

Durante los últimos días, la canción que ha sonado como Lived in the bars no correspondía con la compuesta por Cat Power con este título. Rectificado el error, disfrútenla.

miércoles, 8 de agosto de 2007

La princesa

El mundo de la música esta lleno de reyes y reinas, del pop, del rock, del soul, del jazz... Cat Power -Chan Marshall- es la princesa. A su aspecto adorable, la compositora de Georgia suma una personalidad única y un talento para narrar simples historias, matizadas por una voz afelpada y los ojos más hermosos de la música independiente.

Chan Marshall es una creadora arriesgada que se ha atrevido a jugar con la música y con sus formatos, siempre con los mejores padrinos. Entre sus proyectos en solitarios hay discos con canciones propias y versiones, hay acompañantes de lujo (T. Bone, Eddie Vedder, Dave Grohl, Warren Ellis, M. Ward y Mick Turner) y joyas en las que ella se enfrenta sola con la guitarra, como su DVD Speaking with the trees, grabado en medio de un bosque.

Su último disco, The Greatest, supone un giro en la obra de Marshall, quien hace unos meses declaraba al NYT que había dejado la bebida. Más alejada del minimalismo de sus anteriores grabaciones. No sólo suena su piano, guitarra y voz, si no que se ha dejado empapar por el sonido del soul y grabar su disco más luminoso. Para muchos, su disco más comercial, pero ¿importa eso acaso?

Lived in the bars quizás sea la joya que esconde el disco, y con la que se justifica el álbum al completo. La canción no es más que un tranquilo paseo de la mano de una princesa -no de cuento-, pero ¿qué más se puede pedir durante casi cuatro minutos?

lunes, 6 de agosto de 2007

Agrorock

Aunque El koala sea el máximo exponente de la corriente conocida como agrorock -maldito el día, maldita la suerte de la España veraniega-, existen otros grupos que podrían alistarse en esta cáustica corriente musical, aunque sólo sea por tener un nombre como Los campesinos!.

Desde Cardiff, un joven septeto amante de las melodías pegadizas y los estribillos rápidos, se han dispuesto hacer bailar a todo aquel que esté dispuesto a quemar las suelas de sus zapatos. La autoproclamaba segunda banda británica más punk-rock del momento firma uno de los éxitos del curso musical: You! Me! Dancing!.

La canción, un alarde de gamberra frescura, les une a traves de las ramas de un ficticio árbol genealógico con grupos como Help! She can't swim, Architecture in Helsinky, Bis y los históricos Pavement.

Letras casi infantiles, inocuas, sin ninguna intención de cambiar el mundo, para eso ya está Sabina y sus huestes de oficiales bien pensantes. Música para el día que, al despertaste, decidiste ponerte a saltar sin motivo aparente.

Bastá de opás, You! Me! Dancing! canción del verano, ya.