miércoles, 28 de febrero de 2007

Saberes enciclopédicos

Para descubrir nuevos grupos, para encontrar las raíces de nuestro cuarteto favorito, para buscar un género, para leer un artículo, para saber, para guiarse. Todo en la enciclopedia de la música en la web.

martes, 27 de febrero de 2007

'Chinese translation', M. Ward

Hay canciones que deberían estar infiltradas en el cerebro de los seres humanos para siempre. Deberían formar parte de nuestros códigos genéticos o de nuestros instintos. Melodías eternas que todos fuésemos capaces de tarear.

'Chinese translation' es una de esas joyas del nuevo rock americano. Una tarareable melodía escondida en el último disco ('Post-war') de un compositor genial, M. Ward.

Una canción amable y agridulce, de esas que se escuchan una y otra vez sin empacharse, mientras te imaginas recorriendo el far west, descansando junto a una hoguera y disfrutando del sonido de un banjo y de la voz azarosa de un viejo vaquero que hace tiempo que se ha olvidado las pistolas.

Una composición enigmática en la que Ward se pregunta: 'What do you do with the pieces of a broken heart? And how can a man like me remain in the life?'

¿Alguien tiene la respuesta?

Para escuchar:
'Chinese translation'
'Chinese translation', en directo

miércoles, 21 de febrero de 2007

Hagamos como Chet

Perdámonos. Chet Baker tenía las misma cara que esos niños malos a los que les falta un diente. A Baker le faltaba un diente. Alguien podría haberle advertido: di no a las drogas, pero o bien no lo hicieron o bien no hizo caso del consejo.

Perdámonos. Baker era un cool cat, uno de esos a los que los jóvenes jadeaban a los pies de los escenarios para que aquel joven, de aspecto 'jamesdiniano', diese rienda suelta a unos dedos fugaces y unos pulmones como sacos de patatas. Chet era un joven terrible, un genio que dejaba que el alma se le desplomase cada vez que tocaba 'Once upon a time'.

Perdámonos, hagamos caso a Chet, 'Let's get lost'.

Para escuchar:
Let's get lost

lunes, 19 de febrero de 2007

El tipo más feo de California

Tom Waits es un tipo feo, de esos que asustan a los niños y los hacen llorar. Canta como lo hacen los borrachos irlandeses cuando corean abrazados canciones marineras y compone historias acompañadas de un piano beodo y una trompeta sorda. Tom se tatuó en el estómago el menú del restaurante en el que trabajaba y, un día, descubrió que la música es un gran cabaret en el que todo es vino y algun tutú que levantar para espiar debajo.

En Orphans (Brawlers, bawlers & bastards), el último 'tripledisco' de Waits, se desgrana la melancolía absurda de uno de los más grandes compositores de los últimos 30 años. Este tipo feo se calza las botas para componer tres obras llenas de barro, salpicadas por un blues que suena a óxido y a una fiesta con whisky destilado en un garaje.

Orphans
suena a Nueva Orleans y cientos de bares en los que la barra termina al final de un piano. Una obra personal, como siempre, en la que rezuma el olor a vinilo quemado. Waits se escuda en los medios tiempos y las lentas melodías para contar sus cuentos de carretera y burdel. El cabaretero por excelencia, el hombre que nació "con barba de tres día en la parte de atrás de un taxi", incluso se atreve a versionar a los Ramones y convertir The return of Jackie and Judy en un rock'n'roll sacado del pantano y que parece interpretado por cuatro paletos con camisa de franela y peto.

Aunque el tipo más feo de California sabe que si quiere llevarse a la chica lo que debe hacer es ponerse su vieja americana, su sombrero marchito y arrastrar sobre el teclado de un piano la canción más triste compuesta al norte del río Bravo. Un tío listo este Tom.

Tres imprescindibles:
-The return of Jackie and Judy
-Walk away
-You can never hold back spring

Para escuchar:

Tom Waits, Jitterbugboy, 1977