jueves, 13 de diciembre de 2007
Las botas de un muerto
"Ladies and gentlemen it's time
the bartender is looking you right in the eye,
says I’m going to replace all that weak blood with my wine
if you can’t live with the truth go ahead try and live
with a lie"
Ladies and gentlemen
American paella
Rouse, originario de Nebraska, pasó su adolescencia obsesionado por grupos británicos como los Smiths y The Cure. De aquellos años dedicados a la música inglesa le quedan pocas cosas, al menos que se reflejen en sus composiciones.
Las creaciones Rouse son claramente englobables dentro de la etiqueta pop. Todos los apellidos que se quieran poner después corren a cuenta del consumidor. Es cierto que no podría descuidarse el gusto del norteamericano por la música de raíces, como el folk o el country, que tienen especial reflejo en algunas de sus canciones. Aunque, al igual que los grandes músicos, no tiene miedo a los géneros. Tal es así que en su nuevo larga duración, 'Country mouse, city house', se atreve a dar a algunas canciones un toque soulero y aventurarse por los difíciles, y en ocasiones poco agradecidos, senderos del jazz.
Desde que comenzó su carrera en 1998, este compositor ha publicado ocho grabaciones bajo su nombre. Además, se atrevió a grabar un ep de cinco canciones a dúo con su novia y cantante -española- Paz Suay. El nombre bajo el que se escondió ras no podía ser más obvio: 'She is Spanish, I'm American'.
Con un sonido clásico, sin grandes innovaciones, Rouse ha creado un estilo propio, aunque no alcanza la categoría de universo personal. En su reserva natural de sonidos, el compositor de Nebraska se mueve entre los Beatles, los Replacements y Big Star con una facilidad pasmosa. Una vez más la apuesta por la sencillez es una apuesta segura.
'Winter in the hamptons'
'Hollywood bass player'
martes, 4 de diciembre de 2007
Llámenme Pi, a secas
Estos daneses de rocambolesco apodo -'te tuve en una cinta'- facturan un rock sosegado y con ligeros toques oníricos. Su primer disco, de título homónimo, entra por los oídos con facilidad, aunque no es un disco de fácil escucha. El grupo ofrece estructuras pop, lo que provoca una digestión ligera, pero requiere más de una escucha, y más de tres, para darse cuenta de todo lo que esconde y acostumbrarse a una voz particular y marciana.
Pero la historia siempre pesa. Parte de este quinteto llegado del frío se inició en el mundo del jazz, lo que tiene su eco en las canciones del primer álbum, especialmente en las cuidadas líneas de bajo.
Este grupo, aunque con un sonido más bien cristalino, se adentra en ocasiones en terrenos que parecen evocar pesadillas nocturnas de infancia, con repetitivos estribillos de guitarra que evocan el sonido de las cajas de música.
Quizás la clave de este grupo resida en su destreza para desmembrar las estructuras tradicionales del pop y sacar de los restos canciones de esas que suenan a muchos grupos, pero que no suenan a ninguno.
Doctor watching