La historia de esta portada continúa. 1979. Londrés. El punk. The Clash. El mejor grupo del primer movimiento antisistema de origen anarquista hace su propio homenaje a uno de sus ídolos. Un tipo que, como ellos, había provocado el escándalo en la sociedad más tradicional, aunque 20 años antes y sin apelar a la política.
El tercer disco de la banda de Joe Strummer, London Calling, recuperaba la iconografía del mítico álbum del rey, aunque la actualizaba, la contextualizaba y le sumaba más fuerza, si cabe, a la original. ¿Cómo? Gracias la violenta imagen del bajista de The Clash, Paul Simonon, a punto de destrozar su bajo.
Un año después los ingleses recuperaron la estética, que no la imagen, para su nuevo single: Train in vain.
Otro seguidor del punk tomó la estética del monarca, aunque a diferencia de los Clash, Tommi Stumpff dulcificó la portada con una párvula imagen. Fue el año de Naranjito: 1982.
A lo patrio. Madrid. Un bar de Cuatro caminos. En la madrileña movida un grupo de gallegos descerebrados, Siniestro total, piensan en la portada de su nuevo sencillo. Es el primer single que no incluye cara A. Tiene dos caras B. Deciden homenajear a sus idolatrados The Clash, aunque prefieren darle un toque propio. Tras varias divagaciones Pepo Fuentes y Julián Hernández -ideólogos del grupo más gamberro de La Movida- optan por sustituir a Simonon por un gaitero. Las canciones del single: Sexo chungo y Me pica un huevo. Surrealismo ibérico.
La más velada referencia a la primera grabación de Elvis la firmó otro genio: Tom Waits. La portada de su aclamado Rain dogs (1985) utiliza una tipografía similar, aunque no tan rupestre. Las diferencias: la distribución del texto y el color de las letras. La imagen fue tomada a finales de los años sesenta por el fotógrafo sueco Anders Petersen y quien aparece en ella, no es Waits.
Entre la larga lista de músicos que han rendido homenaje al rey del rock, hay que destacar la de su homólogo latino: El Vez, el Elvis mexicano. Este marciano con tupé, el más pretigioso imitardor de Elvis en todo el mundo, es considerado una mezcla entre el ídolo estadounidense y el Che Guevara. El Vez, en realidad, homenajeó a dos grupos al mismo tiempo: Elvis y The Clash.
El nombre del más famoso skater de la historia, Tony Hawk, también se ha vinculado a la histórica portada. Su último videojuego contó con una banda sonora propia, con bandas de punk versionando clásicos del punk y del hardcore. La ilustración no puede tener una referencia más clara: London Calling.
La última en homenajear a Elvis ha sido una mujer, K.D. Lang. La canadiense publicó en 2006 Reintarnation. Del rey imita hasta el grito.
A todas estas portadas se suman un larga colección de ‘tapas’ deudoras tanto del rey del rock como de los príncipes del punk. Músicos de todo tipo han retomado la portada original y la han reiventado: folkies, punkies, indie, bluesmen… Elvis no está muerto.
7 comentarios:
Fabuloso análisis. Me hubiera gustado que, además de las portadas, hubieras puesto como otras veces canciones de esos respectivos discos. Bueno, la de Siniestro no es imprescindible.
(Y gracias por la idea: voy a intentar averiguar si Onofre García Valderrama utilizó alguna vez esa estética en algún elepé; seguro que sí).
Tienes razón, Paco. Pondré un poco de música a la entrada.
En cuanto a lo de Onofre, conociendo su melomanía, seguro que en algún momento rindió tributo a esta portada.
Recuperemos el arte en los discos (en todos los sentidos).
Tú sí que tienes arte, Desaparecido.
Excelente ejercicio de investigación. En Sindrogámico, el amigo n. hizo algo parecido:
http://sindrogamico.blogspot.com/2008/07/portadas-y-conceptos.html
Ay, qué buen análisis, canalla.
Muy bueno. Joer no sabía de esa portada de Siniestro, es monumental el surrealismo ibérico. Y el homenaje de The Clash a Elvis es soberbio. Ultimamente me estoy aficionando al viejo Punk británico. London Calling es muy bueno.
Y los Sex Pistols me ponen tontorrón.
Un abrazo.
Quñe buena entrada sincopado!
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