lunes, 22 de septiembre de 2008

Canciones del verano II

Alabado sea Mark. Alabado todo lo que graba, todo lo grabado y lo que le quede por grabar. Alabados sus directos, sus discos piratas, los de versiones y los recopilatorios. Bendito el que le escucha con oídos limpios, el que lo hace con desgana y el que lo desprecia por tedioso. Kozelek es el profeta. Oasis y Coldplay, los fariseos. Tokio Hotel, Melendi y Pignoise, el maligno hecho carne.

Summer dress es el salmo más perfecto del estadounidense. Su versión en directo, desde la sala l'Heliogàbal de Barcelona, es maná. Una confesión de amor en el tono más triste del Medio Oeste. Kozelek no necesita una banda, orquestaciones, vídeos y fuegos artificiales para aplacar la ira de sus fieles, sólo su guitarra, su voz y un chelo.

Recto es su juicio, luz en el sendero. Aléjate de mí U2.


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