No cantaba, Marvin Gaye hacía otra cosa, algo distinto. Hace 25 años su propio padre lo asesinó de un tiro tras una discusión. Gaye ya estaba consumido por la cocaina y una terrible depresión. Su chispa parecía evaporarse, mientras florecía la paranoia en su cabeza. A punto de cumplir 45 años y se había convertido en su propia sombra.
Lo del príncipe del soul era otra cosa. What's going on? lo demuestra. Su obra cumbre lo aúpa a un olimpo en el que descansan sólo los más selectos. Sí, los más selectos, los mejores.
Poética, onírica, sensual, elegante, sublime, absorbente, revolucionaria, evocativa, así suena la música de Gaye. No cantaba, era algo distinto. Que cada uno decida qué.
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3 comentarios:
¡Qué raro que un tipo que transmite tanta alegría en sus canciones (ese "Let's get it on") estuviera deprimido!
Bonito post.
Ya ves Nahum, poco a poco, ese Let's get it on se fue convirtiendo en un Let down, let down.
Joxemiel, muchas gracias.
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