jueves, 10 de enero de 2008

Los cuarentones

Los músicos envejecen mal. No es que les salgan arrugas, se queden calvos o surjan michelines, simplemente es difícil mantener un alto nivel creativo durante años, décadas más bien. Pocos autores lo consiguen, Mark Olson, antiguo líder de los Jayhawks, está en la lista. El año pasado recién despedido se presentó en el mercado con un disco titulado The salvation blues, una joya del country alternativo que sólo podría firmar un cuarentón resucitado.

Olson sorprendió hace más de diez años a los seguidores de The Jayhawks cuando anunció su decisión de abandonar al grupo que lideraba junto a Gary Louris. Desde el año 1985 esta pareja creativa compuso algunos de los mejores discos de la música americana. Del grupo de Minneapolis se decía que creaba dulces armonías y que su técnica instrumental era impecable. Obviamente, The salvation blues hereda esta capacidad para crear perfectas melodías, aunque a diferencia de los discos del primer gurpo de Olson, recupera el espíritu más folk del compositor.

El cantautor estadounidense se enfrenta con este disco a su primera grabación sin contar con la compañía de una banda. Tras su paso por los Jayhawks, el músico de Minneapolis contó con la presencia de The Original Harmony Ridge Creekdippers, del que formaba parte su esposa Victoria Williams. Esto no quiere decir que no haya contado con músicos para la grabación, sí lo ha hecho. Entre listado de nombres aparece el de su antiguo compañero de viaje Louris, quien al asumir la dirección de los Jayhawks dio un giro hacia el pop.

Música de raíces
Olson, a diferencia de su amigo Louris, se ha adentrado una vez más en el lánguido camino de la llamada música de raíces. Pasea por el lado más sosegado del country y el folk americano. Violines y guitarras steel bajo la supervisión del siempre efectivo productor Ben Vaughn.

El meticuloso compositor no sólo ha querido cuidar el aspecto musical del álbum, también el estético. En un momento en el que el disco es un rara avis frente a las descargas, Mark Olson se atreve a publicar un álbum con formato de libro. Un pequeño volumen que además del cederrón incluye las letras y una colección de evocadoras fotografías que reflejan el espíritu nostálgico de las canciones.

Entre las composiciones de este disco de redención, en el que la indulgencia llega a través del blues, destaca Clifton Bridge. En la que quizás sea la mejor canción del álbum, Olson espolvorea su universo personal a través de una melodía adictiva y una letra cargada de vitalidad y energía, a pesar de lo bucólico de las guitarras. Olson asegura que algunos se acercan hasta el puente de Clifton para morir, él sin embargo se ha acercado para vivir, porque "there's a hope in our hearts there's future in our souls". Ahí es nada.


Clifton bridge



The salvation blues

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